El suceso se produjo sobre las cuatro de la tarde en una playa de Sabinillas, en Málaga, cuando un helicóptero de la Policía Nacional que sobrevolaba la zona sospechó de una lancha que navegaba por las aguas del Estrecho. 

Tras aproximarse a la embarcación, el narcotraficante que tripulaba la misma trató de huir, para lo que optó por abandonar el mar y buscar cobijo en tierra, dejando entonces su lancha en una playa de Sabinillas, que en ese momento se encontraba llena de bañistas

Tras un par de minutos a la carrera, el fugitivo fue finalmente detenido por un policía que estaba fuera de servicio en la playa. Según explicaron posteriormente fuentes policiales, la lancha que conducía transportaba combustible para suministrar a las embarcaciones de otros narcotraficantes