Presumen de ser la mejor afición del mundo, y lo cierto es que allí donde van lo demuestran con hechos. Irlanda ‘nunca camina sola’ porque detrás de ellos siempre está la ‘Green Army’, tal vez el mejor ejemplo que existe en el mundo del balompié de cómo entender y disfrutar de un espectáculo nacido para el divertimento del respetable y no como excusa para conflictos o enfrentamientos. El duelo de la Eurocopa que enfrentó a Eire con Suecia en el Stade de France fue todo espectáculo sonoro y visual. El momento culmen de la fiesta en las gradas fue cuando los hinchas británicos entonaron ‘The Fields of Athenry’, una canción popular basada en las guerras contra los ingleses que adoptaron como himno extraoficial durante el Mundial de Italia 90.