Zinedine Zidane regresa al Real Madrid diez meses después con la difícil tarea de apagar un polvorín después de una temporada en la que ni Julen Lopetegui ni Santiago Solari han conseguido sacar el rendimiento esperado a un equipo que vive un curso para el olvido. 

Hay que calificar su vuelta como "un favor personal e impagable del fracés a Florentino Pérez en el peor momento del presidente del Real Madrid", explica el periodista de El Confidencial Ulises Sánchez-Flor. "La relación entre Florentino y Zidane trasciende lo profesional: hay amistad, respeto y admiración". 

No en vano, recuerda que al presidente del club blanco le "pilló por sorpresa" el plantón de Zidane tras levantar la Champions, pero el técnico galo ha sentido "responsabilidad y, en cierto modo, culpabilidad por haberse ido sin avisar" de manera que ha vuelto "con otra perspectiva y más experiencia" para hacer que el madridismo recupere la calma.