Macarena Olona que tardó menos de un mes en desdecirse de su promesa de que no abandonaría su puesto en el parlamento andaluz, ha reconocido que su marcha no fue sólo por temas de salud, sino porque dice que en Vox había ‘filtraciones internas’ a los medios que rompían el ambiente familiar del partido (teniendo en cuenta la larga lista de disidencias y portazos en Vox desde la creación del partido, sorprende la imagen idílica que parecía tener Olona hasta la fecha).


Por su parte Pablo Iglesias, que tardó menos de una semana en desdecirse de su promesa de que no abandonaría su puesto en la asamblea de Madrid, mantiene su fijación por los medios y esta semana decretó el destierro de la profesión periodística de Antonio Maestre y solicitó poner fin al corporativismo, lo que despierta la duda de si Iglesias conoce la historia del periodismo en España, donde el corporativismo brilla por su ausencia. Raro es el libro de memorias de cualquier periodista español que no ponga a parir a media profesión, desde el de Pérez Maura, al de Rodicio, del de David Jiménez, al de M. A. Aguilar, hasta los de Cebrián y Pedro Jota. ¿Aún queda alguien que se cree de verdad aquello de ‘perro no come carne de perro’?.