Dos torres residenciales de 300 viviendas cada una y 25 plantas, con precios de partida de 300.000 euros y hasta unos 800.000 euros, dependiendo de la superficie y altura de las unidades.
El penthouse de la última planta, su inidad estrella, se encuentra bloqueado -como suele suceder con los áticos- y será previsiblemente la última unidad en salir a la venta y las más cara, como ya sucedió en el proyecto Riverside de Neinor junto a Madrid Río.
El proyecto se levantará sobre un solar de 45.000 metros cuadrados, el único de estas características dentro de la M-30, adquirido -junto a M&G- a finales del año pasado a Dragados por la cifra récord de 160 millones de euros.