No hay piscina de bolas, ni futbolín, ni una sala con sofás 'mulliditos' que invitan a dar una pequeña cabezada. Las oficinas de Microsoft en Madrid (La Finca, Pozuelo de Alarcón), son modernas, juveniles, acogedoras, pero al mismo tiempo poco tienen que ver con la imagen de divertimento que otras multinacionales tecnológicas se han afanado en extender a lo largo y ancho del planeta. "Aquí se viene a trabajar", explica a El Confidencial Fernando Carneros, Real Estate Portfolio Manager Spain & Portugal de la compañía. Eso sí, nada más entrar por la puerta, el primer impulso es quedarte allí para siempre.
Fotos: Microsoft