Tras 168 días en el espacio, los tres tripulantes de la Estación Espacial Internacional han vuelto este miércoles a la Tierra a bordo de una nave Soyuz MS-06. Todo, a pesar de la cara de los astronautas, fue según lo previsto y su nave apareció en la helada estepa kazaja de Zhezkazgán. Eso sí, sus rostros mostraban lo duro que es este viaje de vuelta a nuestro planeta.
Casi sin poder moverse y con las caras demacradas, los dos astronautas estadounidenses Mark Vande Hei y Joseph Acaba y el cosmonauta ruso Alexandr Misurkin llegaron justo a la zona donde les esperaba todo un equipo para poder ayudarles en el fin de su viaje. La Soyuz, una pequeña cápsula donde viajaban los tres, da una muestra de esta caída hacia la Tierra.
Ahora, otros tres astronautas les tomarán el relevo en la que aún es una de las misiones más importantes de la industria aeroespacial. La ISS, un proyecto de más de 150.000 millones de dólares (139.907 millones de euros) en el que participan 16 naciones, actualmente está integrada por 14 módulos permanentes y orbita a una velocidad de más de 27.000 kilómetros por hora a una distancia de 400 kilómetros de la Tierra.