139 días después , la Soyuuz MS-05 volvió a tierra. Del espacio exterior a la estepa siberiana. La misión, una de las últimas tripuladas que se han mandado a la Estación Espacial Internacional, puso así fin a casi cinco meses de trabajos.
En la nave viajaron los integrantes de la 53ª expedición internacional: el ruso Serguéi Riazanski (Roscosmos), el estadounidense Randolph Bresnik (NASA) y el italiano Paolo Nespoli (ESA). Todos ellos se encuentran en perfecto estado se encuentran realizando en estos momentos las tareas de adaptación que se suelen realizar en los días posteriores a este tipo de aterrizajes. El punto de contacto con la Tierra estaba situado a unos 140 kilómetros al sureste de la ciudad kazaja de Zhezkazgán.
Durante las 139 jornadax en la Estación Espacial Internacional, los tres astronautas “realizaron cientos de experimentos en biología, biotecnología y ciencias de la vida y de la tierra”, además mantuvieron una conversación por videoconferencia con el Papa Francisco, según la NASA.
Ahora, en la plataforma orbital quedaron tres tripulantes: el ruso Alexandr Misurkin y los estadunidenses Mark Vande Hei y Joseph Acaba, pero a ellos se sumarán el ruso Antón Skaplerov, el estadunidense Scott Tingle y el japonés Norishige Kanai.