El primer huracán del temporada en el Atlántico ya ha llegado a México, Franklin, que es el nombre que se le ha dado, tocó tierra como huracán de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, pero se fue degradando y ahora cruza el país convertido en tormenta tropical. Hasta el momento ha dejado un niño herido, 648 personas evacuadas y numerosos destrozos en su paso por Veracruz (este de México).
El fenómeno se había convertido en huracán al recorrer el golfo de México y se desplazaba hacia el oeste a 20 kilómetros por hora. Desarrollaba vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora y rachas de 160. Su llegada a tierra asustaba a las autoridades mexicanas pero finalmente el daño ha sido bastante menor al esperado. Su fuerza menguó con rapidez y en apenas unas horas volvió a bajar a la categoría de tormenta tropical.
Ahora las autoridades están más preocupadas por los ríos, algunos han aumentado su caudal pero no se han desbordado, y hay otros que nacen más lejos de la zona de Veracruz pero que traen una carga de agua importante o son causantes de deslizamientos en zonas montañosas.