Las tensiones entre Rusia y Europa llevan meses en lo más alto, y los ejércitos tanto de un lado como del otro se han acostumbrado a sacar sus mejores armas para sacar músculo. Esta vez ha sido el lado occidental el encargado de mostrar sus mejores 'pajaros'. Aviones de combate británicos, franceses, belgas y alemanes han estado estos días simulando intercepciones de vuelo sobre Europa occidental como parte de los simulacros de la OTAN para impedir que los aviones rusos ingresen al espacio aéreo aliado y mostrar los esfuerzos europeos para integrar sus defensas.
Pilotos de combate que transportaban misiles aire-aire de 10 naciones de la OTAN se turnaron para simular la interceptación de un avión de transporte de la fuerza aérea belga en ruta a España, que funcionaba como avión ruso. Realizaron inspecciones visuales del estado de la aeronave volando a una velocidad de 900 km/h.
Entre los aviones que participaron están algunos de los más potentes en las fuerzas aéreas europeas. Desde f-16 belgas, 'typhoons' británicos o los Mirage franceses. Países como la República Checa también aprovecharon este entrenamiento para mostrar su poderío.