Este 'tanque-robot' del ejército ruso es un auténtico desastre

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Un tanque casi autónomo
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Un tanque casi autónomo

El Urán-9 es uno de los tanques más modernos del planeta. Es casi autónomo y está completamente robotizado. Pero el problema es que no funciona como todos esperaban. (Foto: Wikimedia)

Una joya rusa que falla en Siria
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Una joya rusa que falla en Siria

El ejercito ruso vendió el despliegue de estos carros de combate en Siria como una muestra de su poder, pero ha resultado ser más un problema. (Foto: Reuters)

Mucho potencial pero con fallos de manual
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Mucho potencial pero con fallos de manual

El potencial del Urán-9 nadie lo niega, sobre todo por sus cañones y misiles pero de nada sirven si, como se ha asegurado desde las instituciones rusas, tiene problemas al moverse y no puede disparar en movimiento. (Foto: Wikimedia)

Apoyo a las fuerzas terrestres
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Apoyo a las fuerzas terrestres

Este 'robotanque' se creó con la idea de que apoyara a las fuerzas terrestres en combate, pero los problemas han llegado a tal nivel que no puede alejarse de un pequeño perímetro del puesto de control sin perder la señal. (Foto: Wikimedia)

Cañones y ametralladoras pesadas
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Cañones y ametralladoras pesadas

Sus grandes bazas están en su potencia de fuego, con un cañón automático de 30 mm 2A72 y cuatro misiles guiados antitanque 9M120-1 Ataka. (Foto: Wikimedia)

 Practicamente autónomo
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Practicamente autónomo

El sistema de este tanque hace que pueda funcionar con una autonomía casi total y se vende como el futuro de los carros de combate, pero está claro que falta mucho por hacer. (Foto: Wikimedia)

3 kilómetros de distancia
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3 kilómetros de distancia

El operador del carro de combate puede controlarlo desde 3 kilómetros de distancia. Un perímetro amplio pero que se ha demostrado como corto en batallas reales. (Foto: Wikimedia)

¿El futuro?
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¿El futuro?

Rusia tiene claro que el futuro de los ejércitos pasa por este tipo de máquinas, pero estos fallos pueden hacer que todos nos lo empecemos a replantear. (Foto: Wikimedia)

Rusia, como gran potencia militar a nivel mundial, también ha adoptado la tecnología como una de los puntos más importantes para poder mejorar sus ejércitos. Ha creado aviones de última tecnología, ha apostado por los drones, los submarinos, y también por los tanques. Eso sí, su primer gran proyecto de carro de combate robotizado y automatizado no parece estar saliendo demasiado bien.

Según publican varios medios internacionales estos días, los Urán-9, vendidos por Rusia como el futuro de los carros de combate, estarían dando numerosos problemas en su participación en la guerra de Siria donde varios de estos modelos están siendo desplegados desde mayo. El tanque, que funciona prácticamente de forma autónoma, gracias a la tecnología que lleva incorporada, habría fallado a la hora de moverse (con problemas en las suspensiones), al disparar a sus objetivos (no ha podido hacerlo en movimiento) e incluso habría perdido el contacto con sus controladores en diferentes instantes del combate. 

Lanzado en 2016, el Urán-9 está diseñado como un vehículo no tripulado de apoyo para las fuerzas terrestres rusas. Mide unos 5 metros de largo y pesa aproximadamente 10 toneladas. Sus grandes bazas están en su potencia de fuego, con un cañón automático de 30 mm 2A72 y cuatro misiles guiados antitanque 9M120-1 Ataka. El resultado es un vehículo teóricamente mortal para las tropas a pie, vehículos blindados ligeros e incluso tanques de combate principales, pero que de momento ha resultado ser un gran desastre.

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