El ejército de máquinas que busca tesoros bajo el mar

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Nautilus Minerals
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Nautilus Minerals

Vista de las tres máquinas que componen el equipo de Nautilus Minerals que trabajarán en las profundidas de la costa de Papua Nueva GUina. (N.M)

Las armas
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Las armas

Son las máquinas mineras y para moverse en las profundidas marinas utiliza chorros a presión horiontales y verticales.

Brazos mécanicos
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Brazos mécanicos

Las máquinas que se mandan allí
Exploradores
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Exploradores

Recoger muestras
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Recoger muestras

A prueba de agua...y 'fuego'
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A prueba de agua...y 'fuego'

Las máquinas están preparadas por soportar altas temperaturas, ya que la ahí abajo alcanza hasta 400 grados centigrados debido a la actividad volcánica.
Solwara 1
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Solwara 1

Esa es la zona que investigarán las máquinas de Nautilus Minerals. Es un aérea que tiene diez veces la concentración de oro y plata que se encuentra en tierra firme.

Un enorme barco fondea en las costas de Papúa Nueva Guinea. Sus medidas son ingentes. Más de 230 metros de eslora. Sin embargo, este espectáculo es una minucia en comparación con el que se desarrolla en el fondo de la fosa Solwara 1, a miles de metros de profundidad. 

Allí, donde la temperatura del agua roza los 400 grados por los efectos de la actividad volcánica, se desarrolla la misión de un ejército de máquinas que son una bendición de mineros robóticos preparados para extraer el oro y la plata que se concentra en esta zona en niveles hasta diez veces superior que en tierra firme., 

La expedición se compone en tres fases. La primera es cosa de los bots exploradores, los más pequeños pero más manejables de todos. Son como pequeños torpedos conectados por inmensos cables que bajan hasta la zona más profunda. Están plagados de sensores de todo tipo, así como nueva cámaras. Sin embargo, hay veces que se conduce a ciegas (las operaciones mineras enturbian el agua) y tienen que tirar del sonar para manejarlo. 

El siguiente grupo de máquinas son los ROV. Son los 'currantes'. Más grandes que los AUV -los exploradores-, pesan entre dos y cuatro toneladas. Se mueve gracias a chorros a presión. Cuentan con brazos súper precisos, capaces de tomar muestras diminutas manipularlas.  Pueden taladrar con finura cualquier superficie para comprobar el interior de la roca y dar paso a los pesos pesados. 

Se trata de un conjunto de tres máquinas. Primero está un cortador auxiliar de 250 toneladas, que con sus enormes cuchillas tritura las piedras hasta perfilar la roca con la figura deseada. Luego entra en funcionamiento el cortador principal, un monstruo de 300.000 kilos. Tiene, al igual que sus hermanos, un enorme cordón umbilical a modo de cable eléctrico. No es tan estable como el cortador auxiliar, por lo que se mueve con cuidado en los bancos planos. De otra manera podría desestabilizarse o quedarse atrapado en un saliente lo que supondría tener que desatar un costoso rescate. 

El último en entrar en acción es la máquina colectora. Básicamente es una aspiradora gigantesca que es capaz de recoger todo el mineral recogido y enviarlo a través de un complejo de tuberías a la superficie.

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