"Alexa, abre las esferas". Con esta frase Jeff Bezos, fundador de Amazon inauguró sus nuevas oficinas temporales en Seattle. Allí, en medio de una jungla de cemento, el gigante del comercio electrónico ha colocado su nuevo cuartel general: 'Amazon Spheres'. Un complejo compuesto por tres enormes esferas de cristal que albergan en su interior un espacio de trabajo único repleto de vegetación.
Y es que Amazon ha emulado un espacio semitropical en el que pretende que sus empleados se puedan inspirar y aumentar su creatividad. En el interior de estas burbujas, acristaladas con más de 2.600 paneles, se albergan más de 40.000 plantas de 400 especies diferentes.
Los espacios de trabajo, de descanso y de reuniones se conjugan con un sinfín de elementos naturales dispuestos en enormes muros vivos, donde la vegetación trepa y se descuelga a sus anchas. Para redondearlo, la estancia central está coronada por un enorme árbol de 50 metros de altura y dispone de cascadas y hasta un pequeño rio interior.
Un entorno así obliga a tener todo controlado. La humedad se sitúa en el 60% a las mañanas, mientras que por la tarde se regula hasta el 85%. Lo mismo ocurre con la temperatura. 22.2 grados durante el día, 12,8 por la noche. La expectación generada es tal que Amazon realizará visitas cada dos semanas al recinto para un número limitado de visitantes.
Los vecinos de Seattle también se aprovecharán de ello. Al menos los que tenga perros, porque la compañía ha construido un recinto exterior para los habitantes de la ciudad y sus mascotas al lado de las esferas.