Se habla mucho del coche autónomo pero hay otro campo, nunca mejor dicho, donde también se está empujando y mucho esta tecnología. Hablamos de la agricultura. Y es que el proyecto inglés 'Han Free Hectare' ha demostrado cómo es posible utilizar robots y maquinaria para los cultivos. Este experimento, aún lejos de una versión comercial, ha automatizado todo el proceso permitiendo ejecutar 'tecnológicamente' absolutamente todas sus partes.
En el pasado otoño, concretamente en noviembre, recolectaron el primer cultivo de cebada, iniciado semanas atrás. Ahora sus responsables se preparan para ejecutar una nueva siembra: en este caso de trigo.
No sólo han automatizado los tractores y las cosechadoras. También han utilizado otras máquinas que no han estado tradicionalmente presentes en las granjas como 'drones' y pequeños 'rovers' de exploración. Las aeronaves no tripuladas tenían el objeto de controlar el desarrollo del cultivo desde el aire mientras que los 'rovers' recogían muestras de tierra una vez la máquina de turno realizaba su tarea para comprobar el buen desempeño.
Los humanos no han intervenido en ningún momento sobre el campo. La mayor parte del tiempo la han dedicado a calibrar y monitorizar el trabajo y, tal y como aseguran sus rectores, no han sido muchas las veces que han tenido que tomar el control -siempre a distancia- de las máquinas.
Sin embargo, todo no ha sido coser y cantar. Reconocen que tienen que mejorar el sistema de cara a futuras ocasiones, porque en un primer intento, el tracto encargado de la siembra se salía constamente de la trayectoria que se le había marcado. Otra de las dificultades que encontraron fue la complicación de monitorizar estos trabajos sólo con las imágenes de los drones.
Este proyecto pionero seguramente esté acompañado dentro de poco por otros similares. No hay que olvidar que países como Japón o Rusia han aprobado ambiciosos planes gubernamentales para impulsar la automatización y la implantación de tecnología autónoma en agricultura.