La tecnología ha avanzado enormemente en los últimos años, hasta el punto de conseguir que forme parte de nuestra vida diaria de manera habitual y sin darnos cuenta. Y, ahora, el último grito tiene nombre propio: robots.
Son decenas las empresas que se han lanzado de cabeza al mundo de la robótica, donde se trata de diseñar autómatas con todo tipo de capacidades que nos puedan ayudar en nuestro día a día.
Hacernos compañía, ayudar a personas con problemas o, incluso, realizar ciertos trabajos se han convertido en el punto de salida de un mercado que cada vez cobra más importancia en nuestras sociedades.