Tras finalizar este mismo noviembre su anterior misión, el proyecto GRACE-FO de la NASA (Gravity Recovery and Climate Experiment-Follow-On) , que se encarga de medir y estudiar los cambios gravitacionales de nuestro planeta y su efecto en las aguas, el hielo, la superficie terrestre y el clima, ya prepara su nuevo lanzamiento en el cuartel general de IABG en Alemania.
Allí, muy cerca de Munich, investigadores de todo el mundo trabajan en este sensible proyecto para conseguir que la nueva misión ofrezca aún más datos y sean más fiables que su predecesora.
Estas sondas, que funcionan como una especie de espías de La Tierra, se preparan para la que debe ser la misión de consolidación del proyecto después de que las anteriores que mandaron, allá por 2002, completaran su trabajo el 1 de noviembre de 2017. con el aplauso de todos los estamentos de la agencia aeroespacial estadounidense.
Ahora, Airbus, la empresa encargada de construir los nuevos dispositivos, ha recibido luz verde para completar su trabajo y mandar sus creaciones a California, punto desde el cual se lanzarán al espacio en la primavera de 2018, previsiblemente.
Las sondas gravitarán alrededor de La Tierra midiendo y almacenando todo tipo de datos sobre el medio ambiente que posteriormente se estudiarán en instituciones de todo el mundo. Sobre todo, se seguirá el movimiento mensual del agua líquida, el hielo y la tierra solida para encontrar cualquier tipo de cambio y cómo afecta este al planeta.