Primeras pruebas reales del portaaviones más grande y caro del mundo

  • Pantalla completa
Primeras pruebas, por fin
1 de 10
Comparte la fotografía

Primeras pruebas, por fin

12 años después de que se empezase a construir, el USS Gerald Ford por fin empieza a caminar. El vehículo de guerra más caro del mundo, ha costado más de 13.000 millones de dólares, ha podido lanzar este fin de semana sus primeros F-18 Super Hornet.

Todo a punto
2 de 10
Comparte la fotografía

Todo a punto

Tras la plaga de sobrecostes y críticas recibidas por este navío, el ejército de Estados Unidos busca con estas pruebas convencer a todo el mundo de que este barco está llamado a cambiar la historia de la navegación.

Probando su sistema de catapultas
3 de 10
Comparte la fotografía

Probando su sistema de catapultas

Uno de los puntos más polémicos del buque es su sistema de catapultas. Ideado para hacer 4.100 lanzamientos sin avería, las últimas pruebas apuntaron a un problema por el que a los 400 el sistema ya empezaba a fallar. 

Un caza mítico para la inauguración
4 de 10
Comparte la fotografía

Un caza mítico para la inauguración

La armada estadounidense quiere demostrar su poder con el USS Gerald R. Ford. Y para ello ha optado por inaugurar sus pruebas con uno de los aviones más míticos de la flota. El F-18 Super Hornet.

Unas pruebas clave
5 de 10
Comparte la fotografía

Unas pruebas clave

Tras la polémica, el buque estadounidense tiene hasta 2018 para probar todos sus sistemas y las autoridades esperan que para 2020 esté totalmente operativo. Si estos ensayos empiezan a no salir correctamente podría cuestionarse un proyecto clave para la industria militar de ese país.

Repercusión internacional
6 de 10
Comparte la fotografía

Repercusión internacional

Con los movimientos realizados por China o Rusia, Estados Unidos cree que debe fortalecer su imagen militar internacional. Por eso, y aunque este barco no vaya a estar listo hasta 2020, busca dar con estas maniobras una muestra de poder naval.

Un cambio necesario
7 de 10
Comparte la fotografía

Un cambio necesario

El Gerald R. Ford cuenta con nuevo reactores nucleares, hasta un 300% más potentes que los anteriores y pueden generar mucha más electricidad de la necesaria hoy para acomodar futuras tecnologías como armas de haz de partículas o blindaje dinámico.

¿Dónde están los portaaviones?
8 de 10
Comparte la fotografía

¿Dónde están los portaaviones?

La leyenda dice que, ante una crisis, la primera pregunta del presidente de Estados Unidos a sus asistentes es: ¿dónde están los portaviones? Tras la retirada del USS Enterprise, el país dispone de 10 de estos navíos activos de la clase Nimitz, pero el primero entró en servicio en 1975 y el último en 2009, y aunque la vida útil de uno de estos buques supera los 50 años, empieza a ser imperativo diseñar un reemplazo.

Un largo camino por delante
9 de 10
Comparte la fotografía

Un largo camino por delante

Las primeras pruebas parece que han convencido a las autoridades estadounidenses pero el camino hasta convertirse en un icono de este país es largo y costoso. Veremos si este superportaaviones acaba haciendo historia. 

Tras toda la polémica que arrastra desde hace años el USS Gerald R. Ford, por fin ha podido empezar sus pruebas en alta mar. La pista de este superportaaviones, el más grande y caro del mundo (ha costado más de 13.000 millones de dólares, sin incluir unos de 4.700 en I+D), ha visto como volaban sus primeros cazas F/A-18 Super Hornet, 12 años después de que se empezase a construir. Aún es pronto para pronosticar cómo acabará este buque pero con el mal augurio que le ha acompañado durante tantos años, estas primeras pruebas satisfactorias son una gran victoria para sus creadores.

Este buque es el primer gran portaaviones de la clase Ford, y esta pensado para que sea el primer barco que empiece a sustituir a los castigados navíos de la clase Nimitz. Es un gigante de casi 340 metros de longitud y 76 metros de alto, capaz de desplazar más de 100.000 toneladas. Tiene espacio en cubierta para 75 cazas de combate y es la gran apuesta de Estados Unidos para cambiar la historia de la navegación militar. 

Todo apunta a que cuando esté listo marque un antes y un después en este sector debido a sus sistemas punteros y a detalles como las salas de wifi para los tripulantes o su capacidad para multiplicar el número de operaciones navales reduciendo costes y personal.

Tecnología