Sus alas tienen una envergadura de 117 metros y está movido por seis motores calcados a los que utilizan los Boeing 747. Stratolaunch ha mostrado por vez primera el aspecto que tendrá su lanzador, un avión con dos fuselajes capaz de colocar órbitas en la baja órbita terrestre.
La nave acaba de finalizar el proceso de construcción y va a iniciar las primeras pruebas en tierra antes de pasar a volar. La compañía pretende hacer los primeros vuelos de prueba, con cargas a bordo, a partir de 2019.
Stratolaunch, fundada por uno de los creadores de Microsoft, se convierte así en otro de los nombres a tener en cuenta en la industria espacial estadounidense. Virgin Orbit, propiedad de Richard Branson, también quiere lanzar cargas desde un avión, un Boeing 747 modificado. SpaceX sólo ha abierto la puerta. Detrás de la firma de Elon Musk se avecina un desembarco de compañías dispuestas a explotar el espacio.