Ocho tecnologías del móvil que han quedado (y quedarán) obsoletas

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La antena.
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La antena.

Y nos referimos a esa protuberancia que se puede apreciar en este T28 de Ericsson, no al concepto, sin el que no podríamos hacer llamadas de manera convencional. Ahora, no hay móvil que no la haya integrado dentro del cuerpo del terminal.

La tapa.
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La tapa.

El StarTAC de la imagen llegó a vender 60 millones de unidades en todo el mundo y aunque se especula con su regreso, la idea parece muerta y enterrada. La llegada de las enormes pantallas condenaron este concepto al ostracismo.
El teclado físico.
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El teclado físico.

¿Alguien echa de menos teclear en repetidas ocasiones para que una sola letra apareciera en la pantalla? Blackberry llegó a perfeccionar el sistema, añadiendo los mejores teclados físicos que vimos hasta su momento pero, una vez más, las pantallas táctiles acabaron con cualquier esperanza de mantener este espacio ocupado en el frontal.
La serpiente.
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La serpiente.

Por un momento, parecía que no necesitábamos nada más en nuestra vida. Un teléfono con una batería que duraba una semana, como en el caso del 3310, y una partida a la serpiente eran más que suficientes para echar la tarde. Pero un buen día llegaron las tiendas de aplicaciones y los videojuegos se convirtieron en un pilar básico de la experiencia móvil.
El botón home.
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El botón home.

Samsung ha sido la primera en apostar por un botón home integrado bajo la pantalla frontal y con una respuesta a la presión al estilo de lo que Apple ha hecho con el iPhone 7. Que nadie lo dude, el resto de fabricantes seguirán el camino marcado por Samsung.
Cualquier puerto de carga que no sea USB-C.
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Cualquier puerto de carga que no sea USB-C.

A excepción de Apple, que sigue apostando por el lightning en iPhone e iPad, todos los fabricantes han abrazado ya el USB-C como puerto de carga en los móviles de gama alta y gama media. Es cuestión de meses, o de un par de años, que todos los smartphones hayan unificado su método de carga.
El jack de 3,5mm.
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El jack de 3,5mm.

Apple y Motorola han sido las primeras en eliminarlo para favorecer la adopción de los auriculares bluetooth y no nos cabe duda de que las grandes marcas, tarde o temprano, seguirán sus pasos. El cable que une al teléfono con los auriculares va a ser una de los próximas víctimas de la evolución.
La tarjeta SIM.
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La tarjeta SIM.

Los fabricantes y la GSMA, la autoridad competente para adoptar los diferentes protocolos de transmisión de datos en telefonía, no terminan de ponerse de acuerdo sobre la adopción de la eSim, pero parece un hecho que se impondrá en algún momento. Integrada en cualquier dispositivo conectado, eliminará la necesidad de una tarjeta física que identifique nuestro terminal con un número de teléfono.

Cuando salieron eran poco más que ladrillos. Hoy, son sofisticadas piezas de tecnología en las que prácticamente todo el cuerpo es pantalla y nos permiten hacer de todo: desde pagar la cena hasta acceder a un avión. Mucho ha cambiado el teléfono móvil desde que irrumpió en nuestras vidas a finales del siglo XX y, con sus sucesivos cambios, han ido desapareciendo algunas de las tecnologías que le han caracterizado desde sus inicios.

La carrera es de fondo y no ha terminado en este 2017. Visto lo visto, todo indica que el jack de audio no va a tardar en desaparecer, que el USB-C se va a convertir en el estándar de carga de los próximos años y que hasta el botón home está condenado a la extinción.

En su carrera por perseguir la última innovación tecnológica, al móvil no le queda otra que dejar por el camino aquello que ya no le sirve. Como diría Alfonso Guerra, dentro de diez años no lo va a conocer "ni la madre que lo parió".

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