Boeing y Airbus acaban de poner a prueba sus últimas creaciones. La empresa estadounidense ha finalizado el primer vuelo de prueba del 787-10, una versión del 787 con más capacidad de carga y pasajeros que sus antecesores (aunque menos autonomía) mientras que el consorcio europeo ha volado el A319neo, una versión más eficiente de una de sus naves más populares.
El 787-10 tiene previsto su estreno comercial para la primera mitad de 2018. Hasta que esa fecha llegue serán necesarios muchos vuelos de prueba para certificar que todos los sistemas del avión funcionan bajo las regulaciones pertinentes. Cuando haya superado las pruebas, será capaz de transportar 330 pasajeros y, tal y Boeing asegura que es capaz de ahorrar un 10% de combustible respecto a la competencia.
El A319neo forma parte de la familia A320 con nuevos motores, más potentes y eficientes, que permitirán reducir hasta en un 15% la eficiencia energética así como un menor impacto acústico. Este modelo en concreto es el que tiene menor capacidad, entre 124 y 156 pasajeros, y también el que menos pedidos ha recibido hasta la fecha: 55.