Esta semana se ha dado a conocer uno de los grandes misterios de la naturaleza. Los círculos del desierto de Namibia no eran otra cosa que un fenómeno provocado por las colonias de insectos de la región, sus interacciones y la influencia de la vegetación colindante. Estos tres factores eran los responsables de la aparición de círculos en los que no crecía vegetación alguna y que podían durar más de 200 años.
Los círculos de Namibia no es el único fenómeno natural que todavía no tiene explicación. Algunos de los que pueblan esta galería se han observado en repetidas ocasiones y los científicos no han sido capaces de encontrar una explicación lógica a pesar de que existen diversas teorías.
Tal y como ha sucedido con el caso de los círculos de Namibia, el estudio de estos patrones será el que revele las causas detrás de ellos. Hasta entonces, todo lo que queda es teorizar y tratar de probar las hipótesis bajo el método científico.