Finaliza el año y, con él, una cosecha nada desdeñable de videojuegos. Ha sido el año del lanzamiento 'in extremis' de PS4 Pro, anunciada justo después del verano, y también el año en que Sony ha dado carpetazo a una de sus sagas más conocidas, Microsoft ha demostrado que el preciosismo visual es cosa de Xbox One y donde los indies, una vez más, han tenido su cuota de buenas críticas y también de polémica.
Ha sido el año de la llegada de juegos muy esperados ('The Last Guardian' y sus siete años de tardanza lo atestiguan) y otros muy publicitados, como 'No Man's Sky', que han dejado un reguero de polémica debido a la diferencia entre las expectativas creadas y el resultado final del título.