Adiós a las muñecas hinchables, llega el hiperrealismo

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Raphaela, de la compañía Dreamdoll, trabaja en la confección de una muñeca de silicona en su taller en Duppigheim, cerca de Estrasburgo
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Raphaela, de la compañía Dreamdoll, trabaja en la confección de una muñeca de silicona en su taller en Duppigheim, cerca de Estrasburgo

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

Thierry Reverdi guarda esta muñeca y la da por terminada
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Thierry Reverdi guarda esta muñeca y la da por terminada

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

Un empleado inspecciona una de las muñecas
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Un empleado inspecciona una de las muñecas

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

Todo a punto en la fábrica Dreamdoll
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Todo a punto en la fábrica Dreamdoll

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

Trabajando en la estructura de las muñecas
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Trabajando en la estructura de las muñecas

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

Orejas de silicona
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Orejas de silicona

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

Detalle de los ojos de las muñecas
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Detalle de los ojos de las muñecas

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

El maquillaje es imprescindible para ofrecer realismo a las muñecas
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El maquillaje es imprescindible para ofrecer realismo a las muñecas

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

A través de un catálogo los compradores pueden elegir hasta los colores de los ojos
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A través de un catálogo los compradores pueden elegir hasta los colores de los ojos

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

Raphaela cuida con detalle los ojos de las muñecas
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Raphaela cuida con detalle los ojos de las muñecas

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

La empresa se encuentra en Duppigheim, cerca de Estrasburgo
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La empresa se encuentra en Duppigheim, cerca de Estrasburgo

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

Collares, gafas de sol, todo lujo de detalles para dotar de realismo estas muñecas
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Collares, gafas de sol, todo lujo de detalles para dotar de realismo estas muñecas

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

Dos orejas de silicona que pronto se colocarán en una muñeca
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Dos orejas de silicona que pronto se colocarán en una muñeca

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

Raphaela trabaja en su obra
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Raphaela trabaja en su obra

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

Las uñas impolutas y con el color más de moda
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Las uñas impolutas y con el color más de moda

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

Detalle de las cejas de una de las muñecas de Dreamdoll
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Detalle de las cejas de una de las muñecas de Dreamdoll

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

Algunas de las muñecas
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Algunas de las muñecas

Foto: REUTERS (Vincent Kessler)

En una fábrica de Estrasburgo (Francia) están trabajando para distribuir sus muñecas para usos sexuales a todo el mundo. El hiperrealismo es el cómplice de estos juguetes que causan furor entre los que se las pueden permitir.

Están elaboradas con silicona y una estructura de aluminio, pesan unos 40 kilos y su aspecto se acerca mucho más a la realidad que sus predecesoras rellenas de aire, las famosas muñecas hinchables. La empresa, llamada Dreamdoll, ofrece modelos a partir de los 6.100 euros, aunque si el cliente la personaliza eligiendo altura, color de ojos, piel, peinado, etc. puede llegar a ser mucho más cara.

 

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