La Oktoberfest de Múnich, la más internacional fiesta de la cerveza de Alemania, cerró sus puertas registrando 5,9 millones de visitantes, 400.000 menos que en la pasada anterior.
Los organizadores, no obstante, aseguran que ha sido un éxito, como cada año, pero que el aumento de controles en las fronteras debido al paso de los refugiados puede que haya hecho que visitantes de países vecinos no hayan cruzado en esta edición a Alemania.