Los migrantes y refugiados que han llegado a Alemania bajo la política de "puertas abiertas" instaurada por el Gobierno de Angela Merkel hacen lo que pueden para convertir el país en su nuevo hogar, pero el camino hacia la integración es un proceso lleno de altibajos que requiere mucho más que encontrar un trabajo y aprender el idioma.
La historia de dos sirios y un afgano ilustra a la perfección la enorme complejidad del proceso.