Muerte en Río: las cicatrices de las familias

El Confidencial

Eduarda Lopes, de 12 años, posa para una fotografía mientras muestra una foto de su madre, en la favela de Manguinhos, Río de Janeiro | Reuters

Un mural con la bandera brasileña lleno de agujeros de bala en la favela de Jacarezinho, en Río de Janeiro | Reuters

Janaina Mattos Alves muestra un reloj que pertenecía a su hijo Jonatha Dalber en su casa, en la favela Borel, en Río de Janeiro | Reuters

Un refrigerador con marcas de balas en el Café Gulli, en la favela Jacarezinho, en Río de Janeiro | Reuters

Maria Rosalina Rafael da Silva, madre del policía Alda Rafael Castilho, asesinado en la favela de Penha, en Río de Janeiro | Reuters

El uniforme del oficial de policía Alda Rafael Castilho, asesinado en la favela Penha, en su casa de Río de Janeiro | Reuters

Un cartel de se alquila junto a una ventana dañada por las balas en un callejón conocido como Pasaje Siria, en la favela Jacarezinho, en Río de Janeiro | Reuters — Un cartel de "se alquila" junto a una ventana dañada por las balas en un callejón conocido como "Pasaje Siria", en la favela Jacarezinho, en Río de Janeiro | Reuters

Maria Dalva Correia da Silva muestra una foto de su hijo Thiago, asesinado en la favela Borel, en Río de Janeiro | Reuters

Una niña frente a una casa repleta de agujeros de bala en la favela Complexo de Alemao, en Río de Janeiro | Reuters

Una silla ante un muro con agujeros de bala en un callejón bautizado como Pasaje Siria, en la favela Jacarezinho, en Río de Janeiro | Reuters — Una silla ante un muro con agujeros de bala en un callejón bautizado como "Pasaje Siria", en la favela Jacarezinho, en Río de Janeiro | Reuters

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04/10/2018 05:00 - Actualizado: 05/10/2018 12:41

La violencia en Brasil se dispara a medida que más víctimas se ven atrapadas en el fuego cruzado entre las bandas de narcotraficantes que se enfrentan entre sí o contra la policía.

La guerra entre bandas ha convertido en escenarios bélicos zonas hasta ahora apacibles. Sacude dos de los barrios residenciales más icónicos de Río y deja cadáveres en puntos turísticos.

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