Las calles del centro de la capital de Zimbabue, Harare, permanecían este jueves bajo una fuerte presencia militar, después de que el miércoles murieran al menos tres personas durante las violentas protestas de la oposición, reprimidas por el Ejército y la Policía, contra el retraso en la publicación y el fraude en los resultados de las elecciones presidenciales.
Muchas tiendas y bancos están cerrados y las asociaciones de derechos humanos zimbabuenses han reportado que los camiones del Ejército patrullan las calles increpando a los viandantes y diciéndoles que se vayan a sus casas. Mientras, el presidente Emmerson Mnangagwa, pidió a la ciudadanía que salga a la calle a hacer su vida normal desoyendo las supuestas órdenes dictadas por el Ejército.
Cientos de seguidores del opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) tomaron las calles del centro de Harare, su mayor bastión, para protestar por el retraso en el anuncio de resultados de los comicios presidenciales, en los que denuncian fraude contra el que consideran el auténtico ganador, Chamisa.