Más de cuatro kilómetros de estrechos pasadizos por donde tendrán que bucear túneles inundados, superar desniveles y cubrir largas caminatas entre corrientes de agua y rocas, son las dificultades de la misión de salvamento iniciada este domingo en Tailandia para rescatar a los doce niños y a su entrenador de fútbol de una cueva.
El recinto de la cueva Tham Luang ha sido evacuado de periodistas y curiosos para que no interfieran en el operativo y han sido despejados también de los alrededores del hospital donde está previsto llevar a los superviiventes.
Un contingente internacional formado por 18 buzos se adentró en las grutas con la determinación de regresar acompañados de las víctimas, doce niños de entre 11 y 16 años y un adulto de 26. Lo harán de uno en uno y acompañados por dos buzos, siendo el adulto el último en salir.
Según los cálculos de las autoridades tailandesas, este operativo se puede extender por lo menos tres días, siempre que las fuertes precipitaciones de la época de monzones no complique las tareas de rescate.