El paro general de 24 horas convocado para este jueves por la oposición venezolana se ha saldado con al menos un muerto y decenas de heridos. La huelga fue acatada parcialmente, sobre todo en el este de la capital venezolana, donde comercios y oficinas amanecieron cerradas y las principales vías bloqueadas. Varios bastiones del antichavismo, gobernados por opositores, vieron sus actividades prácticamente paralizadas y la mayoría de sus calles fueron tomadas por manifestantes desde las 7 de la mañana, lo que impidió el funcionamiento del transporte público. Solo algunos pocos comercios y las instituciones bancarias pudieron con normalidad, estas últimas por la decisión repentina del Gobierno venezolano de pagar a los pensionistas en esta jornada, lo que ocasionó largas filas de ancianos en varios bancos.
El paro en los comercios y oficinas fue mayor en la zona este de la ciudad que en el oeste, sede de los poderes públicos del país y gobernado por el chavismo, donde la jornada se desarrolló con aparente normalidad. La empresa más importante del país, Petróleos de Venezuela (PDVSA), informó de que sus trabajadores acudieron a sus puestos de trabajo.
En cambio, tuvo un seguimiento desigual en el interior de Venezuela. En el occidental estado de Zulia, el segundo en importancia del país, la gente respondió al llamamiento de la oposición "de forma voluntaria, pacífica y ordenada", señaló el legislador opositor Wilmer Barrientos en sus redes sociales. De igual forma se acató la convocatoria en el estado de Mérida, también en el oeste de Venezuela, donde los opositores cortaron vías para "rescatar" la "dignidad nacional", según dijo el diputado opositor Williams Dávila.
El paro cívico de 24 horas es parte de la "fase superior" de presión contra el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que comenzó el pasado domingo con una consulta popular en la que participaron 7,5 millones de personas, según los organizadores. Venezuela atraviesa una oleada de protestas a favor y en contra del Gobierno de Maduro, en las que han muerto 96 personas, según cifras oficiales, después de que algunas manifestaciones desembocaran en actos violentos.