El terremoto de Nepal fue devastador. El país todavía no se ha recuperado de sus heridas. Los retrasos en el derribo de inmuebles dañados y la falta de apoyo suficiente a quienes necesitan ayuda para reconstruir sus hogares mantienen a miles de familias viviendo en casas en riesgo diario de derrumbe dos años después del seísmo que acabó con la vida de alrededor de 9.000 personas.