La alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts, y la Policía de la ciudad han impuesto este jueves un toque de queda, que entrará en vigor esta medianoche (6:00 en España) y que se mantendrá o bien hasta que se levante el estado de emergencia declarado por el gobernador, o bien hasta que se revoque por parte de las autoridades.
En un comunicado difundido desde el Ayuntamiento, Roberts ha señalado que entre las 00:00 y las 06:00 horas, estará prohibido viajar por cualquier espacio público "excepto para buscar asistencia médica, alimentos o cualquier otro servicio necesario para el bienestar de sí mismo o de sus familiares".
En medio de las protestas convocadas tras la muerte de un afroamericano a manos de un agente de Policía en circunstancias aún inciertas --las autoridades aseguran que éste iba armado, mientras que sus familiares y otros testigos apuntan a que no era así--, Roberts ha indicado que esta medida se ha declarado para "proteger las vidas y las propiedades de los habitantes de Charlotte".
Un día antes, el gobernador del estado de Carolina del Norte, Pat McCrory, declaró el estado de emergencia en la ciudad.