Al menos 859 personas han muerto en los últimos cinco días por la ola de calor que azota la provincia meridional paquistaní de Sindh, donde las autoridades religiosas han permitido romper el ayuno del ramadán mientras las temperaturas empiezan ya a descender.
El secretario de Salud del Gobierno regional de Sindh, Saeed Mangnejo, declaró el pasado miércoles que en Karachi, la ciudad más populosa del país y su centro financiero, han muerto desde el viernes 837 personas y 22 perecieron en otras zonas de la provincia.