Audi puso en marcha en el año 2000 un nuevo concepto del coche, el de un vehículo familiar con ciertas posibilidades camperas. Con un estilo de tipo todocamino, con protecciones en los pasos de ruedas y, sobre todo, con las suspensiones neumáticas de altura regulable.
Esta suspensión permite rodar deprisa por carretera, de manera muy confortable, pero al mismo tiempo se puede circular por pistas forestales y caminos de manera muy segura gracias a su tracción Quattro específicamente adaptada a un modo de utilización 'off-road'.