Han transcurrido 14 días desde que comenzara la erupción de Cumbre Vieja y 3 desde que la lava volcánica llegara al mar. La lluvia de ceniza que desprende el volcán de La Palma se ha extendido por la cara este de la isla, que ha cubierto las calles, vehículos y viviendas de negro. Los viandantes se protegen de la ceniza con paraguas y retiran los restos volcánicos de las terrazas y las aceras mientras la colada de lava avanza por la isla. Este viernes, los técnicos admitieron que existen posibilidades de que la nube llegue a El Hierro por un posible cambio en los vientos.
Preocupa también la emisión de gases tóxicos, que ha afectado a los municipios cercanos a la desembocadura de la lava en el mar. Por ello, el comité director del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) ha pedido a la población más cercana que extreme las precauciones ante un previsible deterioro en la calidad del aire, sobre todo a partir del viernes. Aunque de momento las mediciones no representan peligro para la salud, las autoridades recomiendan mantener especiales precauciones, como permanecer en interiores salvo necesidad y utilizar mascarillas FFP2, sobre todo las personas con afecciones respiratorias, los mayores, los niños y las mujeres embarazadas.