El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha prometido ante el Rey el cargo de presidente del Gobierno, en un acto en el Palacio de la Zarzuela en el que la novedad ha sido que por primera vez en democracia lo ha hecho ante la Constitución pero sin presencia de la Biblia y del crucifijo.
Sánchez ha optado por esta fórmula después de que la Casa del Rey acordara en julio de 2014, poco después de la proclamación de Felipe VI, dar la opción a los altos cargos de jurar o prometer ante la Biblia y la cruz o sin ellas delante.
La ceremonia se ha celebrado en el Salón de Audiencias con la presencia del jefe del Ejecutivo saliente, Mariano Rajoy, y de las principales autoridades del Estado.