Señales caídas, bicicletas quemadas, parques destrozado... El barrio madrileño de Lavapiés hace balance tras los disturbios de la noche del jueves, generados tras la muerte de un senegalés que ejercía de vendedor ambulante en el barrio. Mmame Mbaie, senegalés de 34 años, sufrió un infarto tras lo que fuentes policiales señalan que fue una persecución policial. La Policía Municipal, no obstante, asegura que el hombre simplemente se desplomó.
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Después de los disturbios, seis personas, todas españolas y entre ellas una mujer y un menor, fueron detenidas, y a lo largo de la noche se quemaron contenedores y mobiliario urbano, así como fueron dañadas dos sucursales bancarias y se formaron barricadas. Los políticos de todos los partidos han reaccionado, tanto a la muerte del mantero como a los disturbios generados en el barrio, algunos para felicitar la labor de las autoridades y otros, para criticar las circunstancias de la muerte de Mbaie.