Entramos en el nuevo Zara de Castellana que desafía los dominios de El Corte Inglés

Este viernes, Inditex inaugurará en Madrid el mayor de Zara del mundo, una nueva tienda con 6.000 metros cuadrados de superficie ubicada en el número 79 del paseo de la Castellana. Se trata de un edifico propiedad de Pontegadea, el brazo inmobiliario de Amancio Ortega, donde hasta el verano pasado había un Fnac y una tienda Hábitat, y que está ubicado en pleno territorio de El Corte Inglés.

La nueva 'flagship' cuenta con cuatro plantas, da empleo a 180 personas y tiene en la ecoeficiencia su seña de identidad, ya que todos los materiales utilizados en la obra, el propio mobiliario de la tienda y los sistemas de iluminación y climatización van dirigidos a cumplir con el objetivo de Inditex de reducir un 20% el consumo de energía y un 40% el de agua.

[Qué es una 'flagship store' y por qué nos fascinan]

Con cuatro puertas de acceso, las dos principales están en la planta baja, justo delante del principal centro comercial de El Corte Inglés, en Nuevos Ministerios, mientras que otras dos, ubicadas en la parte posterior del establecimiento, permiten acceder a ella desde los pasillos de Azca, una a la planta baja y la otra a la primera. Además, uno de los 'parkings' de este complejo permitirá a los clientes que acudan a esta tienda en bicicleta dejarla ahí gratuitamente.

Integración en el edificio

La planta baja y la primera están destinadas a mujer, mientras que la segunda está reservada a hombre, y la -1, a niños y almacén. Los espejos y la iluminación led son el signo diferencial del nuevo establecimiento, donde el blanco es el tono dominante, tanto en las paredes como en los expositores de ropa y en las amplias zonas de caja (cuenta con 21 terminales), siempre combinado con los juegos de luz, espejo y metal.

La característica fachada del edificio, con paneles verticales, y su propia estructura (todas las plantas superiores son oficinas alquiladas a diferentes empresas) han sido integradas en la tienda de varias formas. Por una parte, todas las plantas están unidas por un cubo central diseñado como guiño a la fachada, al igual que el mobiliario, el cual simula ser de piedra pero, en realidad, está fabricado con nuevos materiales obtenidos a partir de resina.

Un enorme pilar, que atraviesa seis plantas, es la estrella del edificio, y se ha dejado a la vista, entre las dos escaleras mecánicas, que en todas las plantas dan a la fachada principal, mientras que en la posterior se encuentra un ascensor. La propia estructura del edficio hace que solo en la última planta, la de hombre, se pueda circular por toda la planta, ya que en el resto diferentes pilares bloquean el paso tanto en la fachada principal (planta baja), como en la posterior (planta uno).

Apuesta por la ecoeficiencia

Dentro de su apuesta por la ecoeficiencia, Inditex ha reciclado el 75% del material que se ha utilizado en el proceso de obra, y ahora que está en marcha, hace lo mismo con todo el plástico y cartón que llega a la tienda, cuyo enorme almacén está en el sótano. Aquí se esconde el auténtico cerebro de la tienda, un sistema que permite controlar todo el consumo energético y de climatización de forma remota desde Arteixo (Galicia), donde está la sede del grupo.

Inditex ha desarrollado una plataforma de eficiencia energética para sus establecimientos de todo el mundo, herramienta que permite detectar y controlar cualquier incidencia en remoto, desde bajar la iluminación por las diferentes horas de sol en los escaparates hasta la renovación del aire o el cambio de temperatura. Esta plataforma también permite solucionar de manera automática más del 80% de las incidencias, sin necesidad de llamar a un técnico.

Su apuesta por la sostenibilidad ha llevado al 'holding' a decidir que el 100% de la energía que se consume en todas sus tiendas, centros logísticos y oficinas de España proceda de fuentes renovables. Y el nuevo Zara Castellana no iba a ser una excepción.