El 24 de marzo de 2016, el cielo se tiñó de negro. Johan Cruyff, uno de los mejores jugadores y entrenadores de todos los tiempos fallecía como consecuencia de un cáncer de pulmón. Hoy, un año después de su fallecimiento, su legado sigue vivo en los banquillos, en buena parte gracias a aquellos jugadores a los que dirigió y que, a día de hoy, continúan exponiendo sus ideas futbolísticas sobre el césped.
Cruyff revolucionó el fútbol moderno primero como futbolista, especialmente en la selección holandesa y en los dos clubes que marcaron su vida, el Ajax y el Barcelona, y posteriormente como entrenador, donde creó escuela con su estilo de corte ofensivo. El holandés más famoso del planeta futbolístico ha sido el gran emblema del Barcelona, en su historia más reciente, primero cuando recaló en 1973 como futbolista, y especialmente después cuando durante la presidencia de Josep Lluís Núñez fichó como entrenador.
La suya fue una llegada que acarrearía el surgimiento del mejor Barça de la historia, bajo su mandato y después con las mejoras que tanto Frank Rijkaard y, especialmente, Josep Guardiola, dieron a la idea implantada por Cruyff a finales de los ochenta. Su legado continúa vivo: aquel 'Dream Team' que formó en lo futbolístico a día de hoy sigue dando lecciones desde el banquillo.