-¡Qué escándalo! He descubierto que en este bar se apuesta.
-Sus ganancias, señor.
-Muchas gracias.
El mítico diálogo del capitán Renault en Casablanca se ajusta como un guante al mayor escándalo cultural de 2013: el perreo de Miley Cyrus en los premios MTV. ¡Qué escándalo! Una diva del porno-pop ejerciendo de diva del porno-pop. ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Panaderos haciendo pan? La performance erótica-festiva del año generó ganancias para todos: Miley se convirtió en la reina del mambo, los periodistas tuvimos tema para rato y los espectadores rieron, bailaron y lincharon en Twitter a gusto. ¿Quién da más? A su lado, el resto de los escándalos culturales palidecen, aunque cada uno tiene una historia detrás que refleja un aspecto diferente de la cultura contemporánea. Tropezones, erratas, broncas, cagadas e insultos a la inteligencia. ¡Que no pare la fiesta! Show must go on.