'Aida: el Egipto imaginado' llega a la Biblioteca Nacional

Aloña Fernández Larrechi

Aida:ópera en cuatro actos de J. Verdi. Música impresa, 1888.

Retrato de Giuseppe Verdi en Aida: Ópera en cuatro actos, 1900-1904.

La obra maestra de Verdi, Aida. ensayo crítico musical, Antonio Peña y Goñi. 1875.

Billete de abono con entrada para el Teatro Real, 1850.

Retrato de Giuseppe Verdi. Disdéri, 1862.

Partitura de la Gran Fantasía para pianos sobre motivos de Aida de Verdi, Dámaso Zabalza. 1876.

Orillas del Nilo: tanda de valses para piano, op.35 por Óscar Camps y Soler. 1869.

Partitura de Aida: opera in quattro atti verso di A.Ghislanzoni; música di G. Verdi. 1888.

Partitura de Ismaïl Pacha: grande valse brillante, Carl Faust, 1875.

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11/03/2018 05:00 - Actualizado: 13/03/2018 13:56

La ópera Aida fue un encargo del Teatro de El Cairo, donde se estrenó en 1871. Más allá de la famosa marcha triunfal, Verdi realizó una de sus mejores obras, con momentos mágicos como la consagración en el templo o las delicadas sonoridades de la noche a orillas del Nilo. El mítico Egipto se había puesto sobre el escenario y el enorme éxito de la creación del compositor italiano reactivó esta moda. Una fortuna que permaneció en otros formatos, como la película italiana protagonizada por Sofía Loren en 1953, que puso la imagen a la voz de la gran soprano Renata Tebaldi.

La Biblioteca Nacional de España ha programado, hasta el 27 de mayo, la exposición 'Aida: el Egipto imaginado' en la que se repasa la obra de Giuseppe Verdi a través de libros, partituras, grabados y fotografías. Partiendo de la relación del compositor con España se muestran documentos de su viaje a Madrid en 1863, como una interesante carta en la que comenta los preparativos de su estancia. Además se pueden ver fotografías de Auguste Mariette, una de las figuras esenciales de la egiptología, que estuvo detrás del proyecto de la ópera diseñando sus decorados y vestuario.

Las imágenes de sus libros sobre el Antiguo Egipto reviven en la ópera con la monumentalidad de sus palacios y sus estatutas colosales. Un Egipto imaginado que se puso de moda tras la inauguración del Canal de Suez en 1869. Con la repercusión mundial de la obra, el país intentaba mostrar su aspecto más moderno, pero a los ojos de Occidente seguía siendo la mítica tierra de los faraones. La poderosa sugestión del Antiguo Egipto, con sus monumentos y misterios, se mantenía con fuerza en el imaginario colectivo.

Comisariada por Víctor Sánchez Sánchez,especialista en teatro lírico y autor del libro 'Verdi y España', la exposición es fruto de la colaboración entre la Biblioteca Nacional y el Teatro Real, con motivo de la programación de Aida. Una ópera que también será el centro de atención de dos talleres organizados por la BNE, 'Aída: los orígenes del libro exótico' y 'Caligrafía egipcia antigua'.