El anticapitalista Banksy entra en el museo

El grafitero antisistema. El héroe enmascarado del 'street art'. El rey de la crítica social. El creador de Dismaland. Los apelativos que rodean al misterioso Banksydan casi para escribir un artículo pero ahora, en un giro inesperado más en su carrera, su obra entra por todo lo alto en un museo con la mayor exhibición vista del autor en un espacio "oficial". La pregunta del millón es qué pensará el artista urbano británico de que sus obras entren con tanto boato en un museo cuando siempre ha rechazado el comercio del arte, las exposiciones y toda la parafernalia que las acompañanan.

'Guerra, capitalismo y libertad' son los conceptos en torno a los que gira la exposición con casi 150 piezas que se acaba de presentar (hasta el 4 de septiembre) en el Palazzo Cipolla de la Fondazione Roma. "Es la primera vez que tantas obras de este personaje, considerado el máximo exponente del arte urbano, se exponen en un museo", aseguran sus organizadores. 

Entre las piezas, obras nunca antes expuestas, destacan pinturas, esculturas y, sobre todo, plantillas, que son la técnica predilecta del artista, como si fueran los negativos de sus obras más populares, las que acostumbra a pintar en los muros de todo el mundo. 

La sala se divide en tres materias guerra, capitalismo y libertad: "son los temas a los que hace referencia la mayor parte de la obra de Banksy", explica el comisario de la muestra, Stefano Antonelli. "Son tres pilares de nuestra sociedad que han entrado en una fase muy contradictoria, nos hemos dado cuenta nosotros y antes se la dio el artista", añade.

En la exhibición se pueden ver algunas de las obras más populares del artista urbano, desde la niña con el globo en forma de corazón a los retratos de la modelo británica Kate Moss al estilo de la obra de Andy Warhol con Marilyn Monroe como protagonista. También están sus obras más controvertidas y críticas, como la niña vietnamita quemada por napalm de una histórica fotografía de Nick Ut, acompañada por dos símbolos de la cultura estadounidense: Mickey Mouse y el payaso Ronald McDonald. Destacan también la plantilla de su conocido mural del manifestante lanzando un ramo de flores o la serigrafía del mono que dice "Laugh Now but one Day I'll Be in Charge" ("Reíd ahora, pero un día yo estaré al mando").

Son muestras del sarcasmo y la ironía que desprenden las creaciones del controvertido Banksy; "lo que dice es extremadamente simple, pero extremadamente cierto", asegura el comisario. "La guerra es algo erróneo, el capitalismo sin árbitros crea daños y la libertad no es como la habíamos imaginado".

Todas las piezas proceden de coleccionistas privados de todo el mundo -no hay ninguna arrancada de muros- y reunirlas ha necesitado un trabajo de preparación de dos años, ya que "no hay obras de Banksy en ningún museo ni tampoco un elenco de propietarios", señala Antonelli. La autenticidad de los trabajos está garantizada por un sistema llamado "Pest Control" (control de plagas) que el propio Banksy ideó para verificar sus obras.