El fetichismo visto por Eric Stanton y Elmer Batters

'Modelo desconocida en el coche de Batters', de Elmer Batters (1967)

La Galería Taschen abre la exposición 'Bizarre Life. The art of Elmer Batters and Eric Stanton'

Elmer Batters con una cámara de 16 mm. (1967)

Imagen de una modelo con 'sneakers', de Elmer Batters (1969)

'Sylvia con los pies de Yolanda', de Elmer Batters (1980)

'Modelo desconocida disfruta una copa de vino', de Elmer Batters (1984)

'Denise, fotografida en su salón', de Elmer Batters (1976)

'Modelo desconocida en el sofá', de Elmer Batters (1971)

'Carushka en el columpio del patio', de Elmer Batters (1971)

Eric Stanton junto a la modelo conocida como Silvia (1978)

Eric Stanton posando con modelos de Satellite Publishing Co. (1961)

Portada de 'Desire & Discipline', de Eric Stanton (1965)

Portada de 'A Lesson In Eros', de Eric Stanton (1964)

Collage para un magazine, de Eric Stanton (1977)

'On a Kinky Hook', una colaboración de Eric Stanton y el icono del cómic Steve Ditko (1966)

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06/04/2015 05:00 - Actualizado: 07/04/2015 20:59

El fetiche hecho arte o el arte del fetiche. La galería Taschen de Los Ángeles expone Bizarre Life. The art of Elmer Batters & Eric Stanton, una exposición que recorre hasta el 24 de mayo el trabajo de los dos grandes pioneros del arte fetiche desde sus comienzos en la posguerra hasta su posición actual de iconos culturales.

Stanton, conocido como El Rembrandt de la cultura pulp, fue una inspiración para artistas como Richard Lidner, Allen Jones o Helmut Newton. Sus portadas coloridas y llenas de mujeres voluptuosas y fuertes constituyeron un referente feminista, aunque en la época recibió sonoras críticas. "Una mujer tiene que ser fuerte. Cuanto más grande, mejor", fue su lema. Por su parte, Elmer Batters se convirtió en el maestro de la fotografía de las piernas y los pies femeninos para regocijo de los fetichistas, aunque los tribunales le tildaron de peligrosamente perverso y esto le persiguió durante toda su vida.

Esta muestra, que reúne a ambos por primera vez y cuyos comisarios son Dian Hanson y Benedikt Taschen, recorre sus dos carreras a través de más de 200 obras originales y pretende ahondar en los orígenes de nuestra autonomía sexual actual y sus efectos en el arte contemporáneo.