“Estaría mejor en la playa”: las mejores lápidas de la historia

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“Fui… alguien”
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“Fui… alguien”

Así de críptica es esta lápida que puede verse en un cementerio de Missouri. Según explican en 'Find a Grave', la tumba pertenece a Glenna June Anderson, que pidió que realizaran esa inscripción en su lápida pues sentía que nadie se iba a acordar de ella, pero al tener una inscripción así, la gente la recordaría. (Foto: D. Snyder)
“Estaría mejor en Acapulco”
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“Estaría mejor en Acapulco”

El doctor Edward Russell tenía claro donde prefería estar mejor que muerto. (Foto: Darrell McLain)
“No la veré en el cielo, porque seguro que va a ir al infierno”
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“No la veré en el cielo, porque seguro que va a ir al infierno”

Esta mítica lápida de un cementerio de Florida, fue mandada construir por Herman Harband para vengarse de su mujer antes de, siquiera, caer muerto. En ella puede leerse: “Mi mujer Eleanor Arthur, de Queens (NY) vivió como una princesa durante 20 años, viajando por el mundo con lo mejor de todo. Cuando me quedé ciego trato de envenenarme y quedarse con todo mi dinero y mi medicación y dejarme a oscuras, solo y enfermo. Es un milagro que haya escapado. No la veré en el cielo porque seguro que va a ir al infierno”. Cuando Harband falleció la lápida fue retirada y, de hecho, su cuerpo descansa en otro cementerio. (Foto: Taed Wynnell)
“Te dije que estaba enfermo”
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“Te dije que estaba enfermo”

Spike Milligan fue un popular cómico irlandés, famoso por su programa 'The Goon Show'. La lápida que señala su tumba en un cementerio de East Sussex, está escrita en inglés y gaélico, y en ella se puede leer “te dije que estaba enfermo”. Existen varias lápidas en el mundo con el popular epitafio. (Foto: Domer48)
“Que la maldición de Dios esté con todos vosotros”
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“Que la maldición de Dios esté con todos vosotros”

Según el folclore local, la mujer enterrada con esta lápida, Mary C. Dolencie, estaba peleada con los vecinos de su pueblo por la cantidad de gatos que tenía. En la inscripción puede leerse: “Que la condenación eterna llegue a aquellos en Whaling Port que, sin conocerme, me han vilipendiado maliciosamente. Que la maldición de Dios caiga sobre ellos y los suyos”. Según explica 'Find a grave', los vecinos trataron que la lápida no se esculpiera, pero la funeraria había firmado un contrato y se le había pagado por adelantado. Se negó cambiar el encargo. (Foto: Find a Grave)
“Maté a tres soldados británicos”
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“Maté a tres soldados británicos”

El sepulcro de Samuel Whittemore recuerda la historia de este héroe de la revolución americana que, según cuenta la leyenda (y también su lápida), tenía 80 años cuando, mientras trabajaba en su huerto, vio acercarse a un grupo de soldados británicos. Ni corto ni perezoso, Whittemore, que era un experimentado soldado, se puso a disparar contra los soldados de la metrópoli. Aunque despachó a tres de los atacantes, fue disparado y cosido a bayonetazos. Pese a esto, y a su avanzada edad, consiguió recuperarse y murió 18 años después, lo suficiente para ver cómo los americanos ganaban la guerra.
“Sabía que esto iba a ocurrir”
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“Sabía que esto iba a ocurrir”

Si de algo podemos estar seguros en esta vida es de que vamos a morir. Y así lo dejó claro George W. Jr en esta lápida situada en un cementerio de Texas. (Foto:CinamnGirl)
“Mi hermano es bueno cabreando a la gente”
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“Mi hermano es bueno cabreando a la gente”

Esta lápida en el condado de San Diego (California) recordará para siempre la buena relación filial entre Cecil o'Dell y su hermano William.
“… Bueno, esto es una mierda”
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“… Bueno, esto es una mierda”

Así de explícito se muestra Mitchell en esta lápida que lleva años circulando por internet y cuyo origen es imposible de rastrear.
“Hice buenos tratos pero...”
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“Hice buenos tratos pero...”

El empresario texano William H Leache (1920-1993) se hizo enterrar con esta lapidaria inscripción: “Hice un montón de buenos tratos en mi vida, pero realmente me fui al hoyo con este”. (Foto: Julie Karen Hancock)
“Entre las dos cosas que más amo”
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“Entre las dos cosas que más amo”

Russell James dejó claro cual era su último deseo en la parte trasera de su lápida, situada en el cementerio de Hyrum (Utah): “Las dos cosas que más amo son los buenos caballos y las mujeres bonitas, y cuando muera espero que curtan este cuero viejo que soy y lo hagan silla de montar para mujeres. Entonces podre descansar en paz entre las dos cosas que más amo”. (Foto: Candice xo)
“El mejor electricista del mundo”
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“El mejor electricista del mundo”

Esta es una de las lápidas más visitadas del Laurel Grove Memorial Park de New Jersey. La hija del fallecido decidió honrar a su padre con una gigantesca lápida en forma de bombilla.
“Marchaos, estoy durmiendo”
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“Marchaos, estoy durmiendo”

La actriz Joan Hackett, que trabajo junto a Sidney Lumet, Charlton Heston o su marido Richard Mullingan, quiso ser muy clara en su lápida.
“No estaré de vuelta tras este mensaje”
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“No estaré de vuelta tras este mensaje”

El presentador Merv Griffin ironizaba sobre una frase que había repetido numerosas veces a lo largo de una vida dedicada a los 'talk show' y los concursos televisivos. Después de dar paso a la publicidad y decir que estaría de vuelta en unos instantes, no dudó en certificar que, tras esa pausa mortal, ya no iba a volver.
“Pisó el acelerador en lugar del freno”
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“Pisó el acelerador en lugar del freno”

Otra tumba cuyo origen es imposible de rastrear, pero aunque pueda ser un 'fake', esconde una gran enseñanza vital.
“Allá donde haya ido, alguien se estará riendo”
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“Allá donde haya ido, alguien se estará riendo”

¿Por qué poner lo típico si puedes poner una receta? Este, al parecer, era el dulce favorito de Kay: “Dos onzas de chocolate, dos cucharadas de mantequilla. Mézclalas a fuego bajo. Añade un vaso de leche. Hierve. Añade tres vasos de azúcar, una cucharada de vainilla y una pizca de sal. Cocínalo hasta que esté liso y blando al tacto. Vértelo en una losa de marmol. Enfríalo, golpéalo y cómetelo. “Allá donde haya ido, alguien se estará riendo”.
“Ríete, no llores”
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“Ríete, no llores”

Este bombero de la localidad de Metuchen, en New Jersey, se hizo enterrar en una lapida coronada por una efigie de 'Los tres chiflados' y la inscripción “ Ríete, no llores. Se siente uno mejor”. (Foto: Susan Kane)

Estamos acostumbrados a que las lápidas de los cementerios se limiten a indicar el nombre de difunto, su fecha de nacimiento y defunción y su confesión religiosa. Hay quien añade algún dato adicional, como la profesión, y familias que dan su último adiós al fallecido con algún tipo de recordatorio. Pero algunas personas antes de morir dejan todo preparado para inscribir en su lápida unas últimas palabras poco convencionales.

En 2014, José María Bejarano, un promotor musical afincado en Zamora simpatizante del Partido Popular, escribió en su tumba una frase que fue la comidilla de toda la prensa: “Montoro cabrón. Ahora ven y cobras”. El aumento del IVA cultural provocó que se sintiera abandonado por su partido y, cuando llegó su final, no dudó en tomarse su pequeña revancha.

El caso fue especialmente mediático, pero son muchas las personas que deciden despedirse de este mundo con alguna maldición o chascarrillo que, literalmente, les acompañe a la tumba. La gran mayoría de cementerios tienen normativas para que no se escriba en los epitafios frases xenófobas, atentatorias contra la Constitución o, simplemente, vejatorias. En algunos se incluye, incluso, un filtro previo para ver si puede colocarse la placa. Pero no siempre es difícil saltarse estas normas o, simplemente, ser provocativos cumpliéndolas.

Existen en la red cientos de selecciones de epitafios míticos, pero el sitio Find a Grave se dedica a ponerlos en contexto. Muchos de ellos han sido extraídos de esta página, mientras otros llevan circulando en internet desde tiempo inmemorial, y forman ya parte del inescrutable mundo de los memes.

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