Seguro que todos habéis padecido a algún niño que se eterniza comiendo y pueden pasar horas y horas esperando a que el trozo de filete o la pieza de fruta críe en el plato.
Algo así debió de ocurrirle a Lance Curran, un papá que bajo el hashtag #breakfastmugshot ha convertido a sus hijos en superhéroes de cara al mundo.
A partir del hashtag cada vez son más los papás que se unen a través de Instagram y Twitter a la moda #breakfastmugshot. Cualquier idea es buena si consigues que no se dejen nada en el plato.