Retroerotismo: las imágenes más cachondas de las revistas para hombres de los 60

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Renie Said II
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Renie Said II

En el pasado, las revistas solían presentar a sus modelos con una breve ficha, algo que todavía conservan ciertas publicaciones modernas. La turgente Said, de orígen hispano-alemán, es una lingüista, cantante y bailarina que adora el campo. “Dale un par de vaqueros, un sombrero de paja y una sencilla carretera polvorienta y silbará feliz una canción folk con una brizna de hierba en la boca”…
Celine Cely II
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Celine Cely II

Entre Sofía Loren y Claudia Cardinale, la actriz fue un descubrimiento del director de cine Julien Duvivier, que contó con ella para El hombre del impermeable. De ella dijo “puede ser joven, sí, pero se ha ganado el derecho al estrellato”. Cely no enseñaba nada en las páginas de Bachelor, pero las fotografías en bañador hacían un especial hincapié en su turgente escote.
Pamela Curran II
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Pamela Curran II

Esta “yum-yum girl”, como la denomina el Cavalier de marzo de 1964, nació en Nueva York, se crio en el sur (“para añadir un toque especial, dulce y femenino”) y terminó de educarse en Inglaterra “para crear una compostura de dama”. Habrá quien la recuerde por sus papeles muy secundarios en películas como La masa devoradora (Irvin S. Yeaworth, Jr.) o La jauría humana (Arthur Penn).
Oriente y Occidente II
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Oriente y Occidente II

Esta divertida y algo kinky fotografía cita a Rudyard Kipling (¿o quizá es Mao Tse-Tung?), que recordaba que Oriente y Occidente no están destinados a encontrarse. Como recuerda la revista Bronze Beauties, está claro que ni uno ni otro sostuvieron nunca entre sus manos ningún volumen del magazín, que se centraba en las grandes beldades de los países exóticos.
Lili Desmoulins II
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Lili Desmoulins II

Esta “belleza gala que aspira a ser bailarina estética” (sic) comparte con otras de sus compañeras sus orígenes eclécticos: sus padres provenían del sur de Francia, pero ella jamás ha abandonado Estados Unidos. Sin embargo, estaría encantada en hacerlo, especialmente si puede visitar países tórridos, señala el texto que acompaña sus fotografías… “¡Con Lily, cualquier baile pasado de moda sería estético!” (Sic de nuevo)
Katheryne Hykson II
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Katheryne Hykson II

En Dude recurren a la enciclopedia para entender mejor las raíces egipcias de esta mujer. “Como todos sabemos gracias a El cuarteto de Alejandría, hay muchas mujeres bellas en Egipto”, señala el texto que la acompaña, en referencia a la saga de Lawrence Durrell. “La chica egipcia moderna no tiene por qué ser una hija azabache del Nilo”.
Gee Gentle II
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Gee Gentle II

Esta casual y nada forzada instantánea tomada en la piscina muestra las en teoría perfectas medidas (90-60-90) de Gee Gentle, que ha estudiado arte y trabajado como modelo. Para quien se piense que Gee Gentle (que significa algo así como “¡vaya dulce!”) es un seudónimo, la revista señala que no. ¿Su secreto más inconfesable? “Hacer algo verdaderamente bello por la humanidad”.
Miss Universal Joint II
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Miss Universal Joint II

El erotismo pasado solía apoyarse en un sentido del humor casi inocente. Por eso tenían cabida imágenes como esta de Donette de Lys, una contorsionista capaz de tocar el piano con las piernas por encima de la cabeza y dejando muy poco a la imaginación.
Próximamente… II
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Próximamente… II

Nos despedimos con la imagen de una tal Suzy Meyers que la última página de la revista Adam prometía que protagonizaría el número del mes siguiente. Desde luego, hay cosas que pueden haber cambiado, pero muchas otras se han mantenido igual. Tiran más dos tetas…

Decir que el porno de hoy no se parece en nada al que se consumía en los años 50 o 60 es una obviedad. No lo es tanto preguntarse en qué ha cambiado exactamente y, sobre todo, por qué razones. Para empezar, la imagen fija ya nos sabe a poco en un mundo en el que los vídeos se producen y consumen con gran celeridad. Para seguir, el contenido erótico se divide entre el colosalismo de los atributos que ríete tú de Russ Meyer y el cada vez más de moda porno amateur

Sumergirnos en las revistas del pasado nos ayuda a entender un poco mejor los gustos masculinos y, también, las líneas que las mujeres estaban dispuestas a traspasar en las décadas de su emancipación. Un buen repositorio es Retrotic, todo un trabajo de amor por parte de su autor, fiel aficionado a la arqueología erótica. Como explica en su página, estas revistas “nos llevan a un tiempo en el que las chicas disfrutaban de su desnudez y no estaban afligidas por las enfermedades sociales que definen la era moderna”.

No sólo eso, sino que valora de forma muy positiva la inventiva de los artículos que acompañaban las sugerentes fotografías, y que también reproduce en su página. “Son más inteligentes y están mejor escritos que los artículos de los medios de comunicación de hoy en día”. Tampoco es tan difícil. Sumerjámonos en las manoseadas páginas de revistas como Adam, Bachelor o Cavalier.

Alma, Corazón, Vida