Desde hace años, se viene hablando de los alimentos de calorías negativas para referirse a aquellos que permiten quemar más calorías de las que aportan. ¿Cómo puede producirse un efecto en apariencia tan contradictorio? Porque, en teoría, y tal y como señalan los defensores de la existencia de dichos alimentos, estos obligan a que el organismo gaste una energía mayor a la hora de ser digeridas que la que aportan de por sí. Al realizar el recuento entre las calorías ingeridas y las consumidas, el saldo es negativo.
Sin embargo, muchos nutricionistas han protestado contra la existencia de tales alimentos, y han argumentado que las calorías quemadas son tan pocas que su efecto en nuestro peso es imperceptible. En otras palabras: no, comer espárragos sin parar no provocará que nos quedemos hechas unas sílfides. En cualquier caso, las que presentamos a continuación son comidas muy saludables que aportan muy pocas calorías y que, en cualquier caso, nunca harán daño a nuestro organismo salvo que abusemos de ellas.