La DGT estrena su nueva etiqueta "tecnológica" con la que revolucionará la forma de conducir en las carreteras españolas
La Dirección General de Tráfico ha dado un paso clave para integrar la conducción autónoma en España con un nuevo distintivo que permitirá identificar a estos vehículos durante sus primeras pruebas en carretera
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Los vehículos autónomos ya tienen luz verde en España para salir a las carreteras, aunque por ahora solo con fines de ensayo. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha oficializado el nacimiento de una nueva etiqueta para identificarlos: un distintivo de color rojo que marca un antes y un después en la movilidad nacional. A diferencia de los conocidos adhesivos medioambientales, este no refleja el impacto ecológico del vehículo, sino que responde a una función tecnológica y reguladora.
Esta medida forma parte del recién publicado 'Programa Marco para Pruebas de Vehículos Automatizados' (ES-AV), el marco legal que permite, por primera vez, que los coches autónomos operen en escenarios reales dentro del territorio español. El objetivo: habilitar entornos controlados y progresivos donde estas tecnologías puedan desarrollarse bajo la supervisión de la DGT. "Nuestro objetivo es garantizar que estas tecnologías se desarrollen de forma segura, transparente y responsable, beneficiando tanto a la industria como a la ciudadanía", ha afirmado Juan José Arriola, subdirector adjunto de vehículos del organismo.
📢 La #DGT publica el nuevo Programa Marco para Pruebas de Vehículos Automatizados en carreteras abiertas al tráfico general. España se posiciona así como país pionero en la integración segura de vehículos con sistemas de conducción automatizada. ➕ℹ️: https://t.co/7ShI8AHSyd pic.twitter.com/X7DRLjB2ym
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) June 18, 2025
La nueva etiqueta roja deberá colocarse en un lugar visible del vehículo, preferiblemente en el ángulo inferior izquierdo del parabrisas, tal como ocurre con los distintivos ambientales. La DGT aclara que este adhesivo es obligatorio para cualquier unidad que participe en las pruebas, y que todas las operaciones deberán ir acompañadas de un informe detallado donde se recojan los resultados, incidentes y observaciones del ensayo. Este enfoque también persigue garantizar la trazabilidad de los datos y facilitar su acceso público.
Las tres fases del Programa ES-AV
El programa ES-AV contempla una estructura de pruebas en tres niveles, dependiendo del grado de madurez de la tecnología autónoma del vehículo:
- Fase 1 (Controlada): orientada a sistemas aún en desarrollo, esta etapa permite ensayos en entornos cerrados o limitados. Ideal para vehículos en fase inicial o prototipos.
- Fase 2 (Extensiva): autoriza pruebas en condiciones más cercanas a la circulación real, aunque el vehículo o su tecnología aún no cuenten con homologación.
- Fase 3 (Pre-despliegue): pensada para unidades con sistemas ya homologados, listas para comercialización o muy próximas a integrarse en servicios reales como flotas de robotaxis.
Con este plan, España se alinea con países como Estados Unidos, donde compañías como Waymo o Tesla ya testean sus sistemas en vías públicas. La etiqueta roja abre la puerta a que vehículos que antes no podían circular por nuestras carreteras ahora sí lo hagan, siempre dentro de un marco legal que garantiza su seguimiento. La conducción autónoma se estrena en España bajo vigilancia, pero con horizonte de crecimiento.
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