¿Piensas viajar en el fin de año y aún no has revisado tu coche? 10 consejos de última hora
Cada vez es más frecuente celebrar la Nochevieja y el Año Nuevo fuera de casa. Si piensas viajar en coche estos días, una rápida comprobación de algunos elementos clave puede evitar un disgusto, pues el 2025 arrancará con mal tiempo
Explican desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en su previsión para el resto de las fiestas navideñas que el tiempo variará sustancialmente justo con el cambio de año, pues si la recta final del 2024, entre el sábado 28 y el martes 31, seguirá caracterizada por la estabilidad en la Península y Baleares, con lluvias muy débiles solo en el norte del país, nieblas que pueden ser densas y persistentes en la meseta Norte y temperaturas que poco a poco seguirán descendiendo, en los primeros días del 2025, entre el miércoles 1 y el viernes 3, el escenario podría cambiar, previéndose la llegada de sistemas frontales desde el Atlántico que primero dejarán precipitaciones en el noroeste peninsular y después se extenderán a otras zonas más orientales y al sistema Central. Y en cotas altas, la nieve podría hacer acto de presencia.
Por lo tanto, tiempo invernal a la vista, primero con posibilidad de cielos rasos, fuertes heladas y nieblas, y después lluvias y riesgo de nieve en ciertas zonas. Bien harían los que vayan a viajar en coche por España durante la próxima semana en revisar el estado de su vehículo para no sufrir sorpresas desagradables, pues el mal tiempo puede afectar a los coches y las carreteras de diversas formas. Aprovechando la ocasión y su experiencia, desde Carglass España han lanzado una serie de consejos a los conductores para que puedan disfrutar de las vacaciones de Navidad sin sufrir inconvenientes; un decálogo que puede sonar conocido, pero que conviene recordar una vez más porque, año tras año, muchos salen a carretera sin una mínima preparación del vehículo.
¿Cómo retirar el hielo?
Aunque parezca una obviedad, desde Carglass recuerdan que hay que retirar el hielo del parabrisas antes de emprender la marcha, pues sigue habiendo conductores que empiezan a circular confiando en que la calefacción y los limpiaparabrisas hagan un efecto casi milagroso, mientras recorren mucha distancia con mala visibilidad y generando una situación peligrosa. Descongelar el parabrisas con agua muy caliente, o con el aire de la calefacción a temperatura elevada, puede dañar el cristal seriamente por el cambio brusco de temperatura, provocando incluso su rotura, un efecto que se intensifica notablemente si el parabrisas tiene algún impacto previo. Tampoco es recomendable accionar los limpiaparabrisas cuando el cristal está helado, pues dañaremos en segundos la superficie de las escobillas. Y si usamos el lavaparabrisas a temperaturas bajo cero, el líquido podría congelarse de inmediato al contacto con el cristal, provocando una peligrosa pérdida de visibilidad.
Si no queremos quitar el hielo por las mañanas, lo más sencillo es proteger el cristal frontal con un cartón sujeto con los limpiaparabrisas o un trozo de sábana que sujetaremos al cerrar las puertas delanteras. Y tanto el cartón como la tela pueden guardarse en el maletero hasta el siguiente uso. No obstante, los expertos recomiendan quitar el hielo empleando una rasqueta de plástico, que no daña la superficie del cristal. Otro método es utilizar un pulverizador para rociar el cristal con alcohol, que derrite el hielo con rapidez. E incluso es recomendable aplicar en el parabrisas un tratamiento específico repelente de líquido e insectos, que además de mejorar sustancialmente la visibilidad diurna y nocturna con lluvia, hace que las lunas se cubran menos de hielo y que este se retire con mucha facilidad.
El parabrisas y los sistemas ADAS
Un estudio de la AAA (American Automobile Association) ha demostrado que el funcionamiento de los sistemas ADAS se ve afectado negativamente por la lluvia y la nieve, pero también por la suciedad en el parabrisas. Este organismo recomienda a los conductores tener en cuenta que los sistemas de asistencia de mantenimiento de carril y de frenado automático de emergencia pueden bajar de rendimiento en condiciones meteorológicas adversas, aconsejando mantener limpias las zonas alrededor de las cámaras y los sensores de radar que montan los coches más modernos.
Impacto en el cristal y frío: mal
El invierno es la estación del año en la que más roturas de parabrisas se producen, debido a los cambios de temperatura. Un pequeño impacto en el cristal, que podría repararse con facilidad para que no vaya a más, puede desembocar en una rotura. Los cambios de temperatura pueden causar alteraciones en la carrocería que se transmiten al parabrisas, alterando sus patrones de tensión. Y el propio cristal también sufre al soportar la gran diferencia de temperatura entre el exterior y el interior del vehículo.
La escobilla que arruina un viaje
Tanto el calor como el frío deterioran las escobillas de goma de los limpiaparabrisas. Y cuando su superficie está en mal estado, el barrido de las escobillas provoca franjas o superficies veladas en nuestro campo de visión con cada pasada, con la consiguiente merma de seguridad. Para conservarlas en el mejor estado posible cuando el coche pasa las noches a la intemperie con riesgo de helada, es recomendable levantarlas. Los expertos recomiendan sustituir las escobillas una vez al año, aunque el mejor consejo es cambiarlas al menor síntoma de problemas en el barrido.
La batería, fuente de disgustos
Las baterías sufren mucho con el frío y suelen fallar en invierno cuando están en el último periodo de su vida útil. A la mínima señal de desfallecimiento conviene sustituirla, porque en esa etapa final se degradan a mucha velocidad. En cuanto a las baterías de propulsión de los coches eléctricos, estas también pierden rendimiento con las bajas temperaturas, reduciéndose la autonomía disponible en los viajes: como norma, entre 1% y 1,5% por cada grado menos de temperatura desde 20 grados hacia abajo, de modo que circulando en un entorno bajo cero, perderemos entre el 20% y el 30% de alcance entre recargas. Por eso es recomendable usar las funciones de precalentamiento remoto, con el coche todavía enchufado si es posible, para que en los primeros minutos del viaje no se descargue la batería demasiado deprisa.
Revisión de los líquidos
Hay que prestar atención a los niveles del líquido anticongelante del sistema de refrigeración y al líquido limpiaparabrisas. Y, desde luego, el depósito del líquido limpiaparabrisas no debe rellenarse sólo con agua, para evitar que se congele dentro de los manguitos y obstruya los pulverizadores a temperaturas muy bajas.
Neumáticos adecuados y cadenas
Las principales marcas de neumáticos ya ofrecen neumáticos para todo clima, que funcionan perfectamente en verano y están homologados para circular con nieve o hielo, sin necesidad de emplear cadenas. Son una opción muy recomendable en zonas en las que nieva con frecuencia; pero si no disponemos de ellos, tendremos que usar cadenas. O, dicho de otro modo, no deberíamos ponernos en carretera en invierno sin ellas en el maletero. Las hay de muchos tipos, desde la clásicas de acero a las textiles o compuestas; y aunque estas últimas son más fáciles de montar, siempre es recomendable haberlas colocado antes en alguna ocasión, a modo de entrenamiento, porque con nieve, frío y en la oscuridad de la noche, aprender a ponerlas será difícil. Y no está de más llevar unos guantes de goma, pues con las manos heladas perdemos tacto y fuerza. Por último, hay que comprobar el estado de la rueda de repuesto o del kit de reparación de pinchazos antes de salir de viaje.
Revisión rápida de las luces
La reducción de horas de luz y las malas condiciones meteorológicas hacen que en invierno sea mucho más importante comprobar el estado de las luces del vehículo. Es recomendable llevar las luces diurnas o las de cruce encendidas durante todo el día, y es también aconsejable, porque lleva solo unos segundos, revisar que todas funcionan correctamente: cortas, largas, luces antiniebla, intermitentes de dirección...
Lavar más el coche... por la sal
En invierno, el coche se ensucia con más rapidez. Además, puede acumular la corrosiva sal y otros productos áridos que se emplean para quitar la nieve del asfalto; por lo que es recomendable lavarlo con frecuencia y, sobre todo, al final de nuestro viaje, con especial atención a pasos de rueda, discos de freno, bajos de carrocería...
Qué llevar en el coche
En su decálogo de consejos para el invierno, los expertos de Carglass recomiendan llevar en el coche calzado de invierno, una manta, algo de comida no perecedera, el teléfono bien cargado y un cargador. Podríamos añadir a eso una linterna, un gorro o un chubasquero, que agradeceremos mientras colocamos las cadenas, al margen de elementos ya citados: guantes de goma, un rascador para el hielo...
Explican desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en su previsión para el resto de las fiestas navideñas que el tiempo variará sustancialmente justo con el cambio de año, pues si la recta final del 2024, entre el sábado 28 y el martes 31, seguirá caracterizada por la estabilidad en la Península y Baleares, con lluvias muy débiles solo en el norte del país, nieblas que pueden ser densas y persistentes en la meseta Norte y temperaturas que poco a poco seguirán descendiendo, en los primeros días del 2025, entre el miércoles 1 y el viernes 3, el escenario podría cambiar, previéndose la llegada de sistemas frontales desde el Atlántico que primero dejarán precipitaciones en el noroeste peninsular y después se extenderán a otras zonas más orientales y al sistema Central. Y en cotas altas, la nieve podría hacer acto de presencia.