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Los 10 consejos de conducción para ahorrar fácilmente hasta un 15% de combustible
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Los 10 consejos de conducción para ahorrar fácilmente hasta un 15% de combustible

Desde el 1 de enero, la mayoría de los conductores ya no disfrutamos de la ayuda de 20 céntimos por litro al repostar carburante. Pero seguir un consejos al volante puede ahorrarnos ese dinero, pues la clave de la eficiencia está en nosotros

Foto: Parece imposible, pero mantener la distancia de seguridad ahorra dinero. (EFE/Kiko Huesca)
Parece imposible, pero mantener la distancia de seguridad ahorra dinero. (EFE/Kiko Huesca)

Aunque el precio de los combustibles se ha ido moderando en los últimos meses, el fin de la ayuda de 20 céntimos por litro el pasado 31 de diciembre ha coincidido con un coste de los carburantes superior al que tenía hace un año, y ese nuevo contratiempo para las economías familiares ayudará a descuadrar aún más el presupuesto de millones de usuarios que utilizan el vehículo particular con menor o mayor frecuencia. O el de negocios y sectores que también han sido privados de esas subvención, que solo se prorroga para transportistas, taxistas, agricultores o pescadores.

¿Podemos reducir el gasto en carburante de alguna manera, sin que ello suponga una merma para nuestras necesidades de movilidad o, directamente, para nuestra libertad persona? Pues realmente sí, porque la diferencia entre practicar una conducción eficiente y no hacerlo es grande de cara al bolsillo, y tanto la opinión de los expertos como nuestras propias pruebas demuestran que basta con seguir unos sencillos consejos para llegar a ahorrar entre un 15% y un 20% en la factura de la gasolina o el gasóleo.

placeholder Llevar los neumáticos con poca presión eleva el gasto de carburante entre el 2% y el 4%.
Llevar los neumáticos con poca presión eleva el gasto de carburante entre el 2% y el 4%.

La Dirección General de Tráfico, por ejemplo, estima que entre un 30% y un 50% de lo que gastamos al conducir dependen de nuestro estilo al volante, y recientemente el TÜV SUD, dedicado a labores de certificación, inspección o ensayos en el sector del automóvil, hacía públicos algunos consejos para gastar menos al usar el coche. Veamos las 10 normas básicas que nos ahorrarán un buen dinero.

Modera la velocidad

La relación entre velocidad y consumo de combustible (o de electricidad, cuando se trata de un eléctrico puro o un híbrido enchufable) es directamente proporcional: a más velocidad, más gasto. Y si no queremos llegar más tarde yendo a una velocidad menor, puede bastar con salir de casa cinco o diez minutos antes en nuestros trayectos habituales, o media hora antes en viajes largos. Parece un consejo algo básico, pero funciona; porque entre ir a 110 y 120 km/h por una autovía, la diferencia de gasto oscila entre 0,3 y 0,5 l/100 km.

Mantén la distancia de seguridad

Circular muy pegados al vehículo que nos precede es muy mal negocio. En primer lugar, por seguridad, ya que las probabilidades de no reaccionar a tiempo ante un frenazo imprevisto son altas. Y en segundo lugar, por economía. Sobre esto último, conviene aclarar que seguir desde muy cerca a otro coche no es bueno desde el punto de vista aerodinámico, pues nos afectan sus turbulencias y eso nos resta eficiencia, y solo podríamos beneficiarnos de la succión si fuésemos realmente pegados. Pero, además, ir muy juntos nos obliga a frenar más veces de las necesarias, y cada frenada genera a continuación otra leve aceleración, de manera que el gasto crece.

Foto: Una conducción eficiente puede rebajar el consumo, de media, un 20%. (Citroën)

No al calentamiento en parado

Cuando los aceites lubricantes de los motores eran peores, sí se recomendaba calentar bien el motor del coche antes de emprender la marcha a base de mantener el ralentí unos minutos, sobre todo en invierno. Pero eso ya no es necesario, e incluso con mucho frío no hay problema en encender el motor y empezar a circular de forma inmediata, haciendo que la mecánica coja temperatura durante la marcha. Como es lógico, en los primeros cinco minutos de uso debemos evitar aceleraciones fuertes o regímenes altos para no forzar el motor cuando el lubricante aún no ha alcanzado la temperatura ideal.

Mejor las marchas largas

No hay una norma general, porque cada motor es un mundo, e influirá si es de gasolina o diésel, si tiene sobrealimentación o no, si la cilindrada es generosa o se trata de una mecánica pequeña. Pero, como consejo básico, conviene circular en la marcha más larga posible, siempre que el motor se encuentre cómodo y no retiemble, traquetee o muestre falta de empuje. Por ejemplo, mucha gente no pasa de tercera al conductor por ciudad, pero a 50 km/h muchos vehículos ya permiten engranar la cuarta y hasta la quinta marcha. Y en carretera o autovía, más de lo mismo, pues a 90 km/h o a 120 km/h la mayoría de los vehículos ya permiten circular en la marcha más larga. Además, si bajamos una cuesta prolongada, lo mejor es meter una marcha larga, pues al tiempo que retiene algo, reduce prácticamente a cero el consumo mientras no aceleremos.

Foto: ¿Consumes mucho diésel o gasolina? Ahorra siguiendo estos 10 consejos de la OCU (Pixabay)

Marchas cortas, lo mínimo

En contraposición al consejo anterior, debemos reducir el uso de las marchas más cortas al mínimo imprescindible. Y emplearlas básicamente para ganar velocidad o afrontar repechos pronunciados. De hecho, al salir desde parado podemos meter segunda en cuanto el coche ya se mueve un poco, sin esperar a que el régimen del motor suba mucho; e incluso en una bajada, podemos salir desde parado en segunda sin mayor problema. Quien conduzca un coche automático ya se habrá dado cuenta de que ese tipo de transmisiones meten marchas altas en cuanto pueden, y no es extraño que los vehículos de cambio automático gasten menos que los de caja manual si estos últimos no se conducen con un mínimo de habilidad.

Anticipa más las maniobras

Este consejo tiene que ver con el primero, en el que pedíamos mantener la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede para evitar constantes frenazos y las subsiguientes aceleraciones. Y es que una conducción relajada y con anticipación de las maniobra sirve para ahorrar combustible. Por ejemplo, si a 200 metros el semáforo se pone rojo, bastará con meter una marcha larga y dejarse llevar por inercia, desacelerando o frenando muy suavemente, en vez de seguir acelerando y frenar en el momento final. Y eso es aplicable a las intersecciones con un stop, a las rampas de salida de las autovías o cuando vislumbramos a lo lejos una retención.

Foto: Trabajador pone gasolina a un coche. (EFE/Ana Escobar)

Climatización con moderación

La temperatura del climatizador será siempre a gusto del consumidor, y ahí cada uno es libre de elegir la suya. Pero entre 20 y 23 grados parece un margen bastante apropiado. Hay gente que prefiere viajar en invierno en manga corta con el climatizador a 25 o 27 grados, o quienes en verano seleccionan los 17 o 18 grados, aunque eso les obligue a llevar más ropa; pero ninguno de esos hábitos es eficiente. Y un climatizador con mucho trabajo puede elevar hasta un 10% el consumo de combustible. En cualquier caso, siempre será mejor utilizar el aire acondicionado que viajar por carretera o autovía con las ventanillas abiertas, pues eso estropea la aerodinámica y eleva mucho más el consumo.

El equipaje, dentro del coche

Transportar equipaje sobre el techo, ya sea con una baca tradicional o usando un cofre cerrado, siempre eleva mucho el consumo; y otro tanto ocurre con los remolques, aunque sean de pequeño tamaño. El consejo desde el punto de vista de la eficiencia es prescindir, en la medida de lo posible, de esas soluciones, y esforzarse por colocar todo dentro del coche, aunque para ello debamos abatir parcial o totalmente el respaldo posterior. Aunque en ese caso, cuidado con estibar mal la carga, porque destinar el espacio de los pasajeros a transportar equipaje o cualquier objeto es una alternativa reservada a casos extremos, y si un agente considera que la carga puede suponer un peligro en caso de accidente, podríamos ser sancionados. No es fácil que ocurra, pero tampoco imposible.

Foto: Aprende estos trucos para ahorrar en gasolina (EFE/Emilio Naranjo)
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Desplázate con poco tráfico

En coches con motor de combustión, a mayor densidad de tráfico, más gasto. Y aunque no siempre podremos elegir el horario de nuestros desplazamientos, muchas veces sí será posible. Por ejemplo, en trayectos urbanos el consumo se dispara en las horas punta porque no podemos mantener velocidades sostenidas, y otro tanto ocurre en largos viajes, porque si recorremos 120 kilómetros en una hora por una autovía vacía (velocidad media de 120 km/h) el consumo será menor que si ese mismo recorrido nos lleva una hora y media (80 km/h de media) a causa de un tráfico congestionado. Y en caso de atasco, no es recomendable desactivar el sistema stop & start aunque nos parezca que las constantes paradas y arrancadas elevan el gasto, pues basta con que el motor se haya apagado tres segundos para que compense el mínimo consumo de carburante que genera la secuencia de apagado y encendido.

Los neumáticos son la clave

Sobre el estado del coche y la influencia en la eficiencia y el consumo de carburante podríamos contar varias cosas: nivel y estado del lubricante, estado de los filtros... Pero nada de eso influye tanto en el gasto como el estado de los neumáticos, y principalmente su presión de inflado. Según el RACE, llevar 0,5 bares de presión menos de lo recomendado puede elevar el consumo un 2% en zonas urbanas y un 4% en zonas interurbanas. Y si vamos a llevar el vehículo muy cargado, deberemos subir las presiones, de acuerdo con las recomendaciones del fabricante; y con una norma muy sencilla a seguir: si no pensamos variarlas nunca, será mejor poner las presiones para mucha carga siempre, en vez de circular permanentemente con las de baja carga. Y no solo por eficiencia, sino también por seguridad.

Aunque el precio de los combustibles se ha ido moderando en los últimos meses, el fin de la ayuda de 20 céntimos por litro el pasado 31 de diciembre ha coincidido con un coste de los carburantes superior al que tenía hace un año, y ese nuevo contratiempo para las economías familiares ayudará a descuadrar aún más el presupuesto de millones de usuarios que utilizan el vehículo particular con menor o mayor frecuencia. O el de negocios y sectores que también han sido privados de esas subvención, que solo se prorroga para transportistas, taxistas, agricultores o pescadores.

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