El 26% de los fallos graves detectados en la ITV corresponden al sistema de alumbrado

El sistema de alumbrado y señalización del vehículo es un elemento esencial para la seguridad vial, tanto la propia como la del resto de usuarios de la vía, pues permite a los conductores ver y ser vistos tanto en calles como en carreteras. Pero de acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) analiza, dicho sistema es el capítulo en el que más defectos graves se detectan cuando se realiza la ITV, concentrando el 26% de los fallos graves hallados en el año 2021 por las estaciones, pues cuando los técnicos comprueban el sistema de alumbrado, o no ilumina, o lo hace de forma insuficiente o no funciona como debería.

En lo que respecta a la incidencia por tipo de vehículo, los datos muestran que las motocicletas y los quads son los que más defectos en alumbrado y señalización tienen, suponiendo el 56,1% de los fallos graves detectados. Les siguen los vehículos agrícolas, en los que el 29,4% de los defectos graves corresponden a este sistema. En el caso de los remolques y semirremolques, la proporción es del 25,6%; en los furgones y camiones de menos de 3.500 kilos, el 24,4%; en los vehículos industriales de más de 3.500 kilos, el 21,6%; en los turismos, el 21,4%, y en ambulancias y taxis, el 18,5%.

Las luces, un elemento esencial

Y es que el correcto funcionamiento del sistema de alumbrado del vehículo es fundamental, ya que circular con una lámpara fundida o los faros mal regulados afecta tanto a la seguridad del propio vehículo como a la del resto de usuarios de la vía. Llevar los faros desajustados en altura implica, por ejemplo, que si van demasiado bajos estaremos iluminando hasta poca distancia de nuestra posición, mientras que si van demasiado altos podemos deslumbrar al resto de usuarios. Si alguna luz no funciona, no solo veremos menos, sino que también se nos verá peor; o incluso puede provocar que a un turismo se le confunda con una moto si solo funciona uno de sus dos faros, haciendo que se calculen mal las medidas de nuestro vehículo o las distancias, y generando un riesgo grave de accidente.

La comprobación del estado del sistema de alumbrado por parte del propio usuario es, además, bien sencilla. Con un simple vistazo alrededor del vehículo se pueden detectar los elementos que no funcionan. Asimismo, si queremos comprobar que las luces de freno funcionan, pero estamos solos y nadie nos puede ayudar, podemos acercar la parte trasera del vehículo a un muro en una zona oscura y frenar, comprobando a través de los retrovisores si la luz ilumina los tres puntos clave: lado izquierdo, lado derecho y, en el caso de los vehículos dotados de tercera luz de freno, centro.